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¿Por qué la tecnología (en especial internet) nos vuelve tan estúpidos y dependientes?


Bien, wow, calmen, ¡STOP! No busco generalizar con esa pregunta tan fuerte, pero sabemos que la llegada de la tecnología ha supuesto la “desconexión” del mundo real, y cuando hablo de mundo real me refiero a esa interacción face to face que debería ser, la más sana de todas.


Tú qué me lees si eres un chico (para las chicas también aplica) ¿Cómo te visualizas ligando con la chica que te gusta sin la existencia de ningún gadget tecnológico? Para esta generación esto parece ser una tarea por demás apoteósica, bien sea por facilidad, por la lejanía o porque simplemente nos refugiamos detrás de una pantalla, la construcción de una relación actualmente depende por mucho de la intervención tecnológica.


Impresionar a tu enamorada con detalles, enviar una carta de amor, aquellas visitas nocturnas sin que los padres supieran son cosas que han sido llevadas a un lado por el poder de un emoji, una nota de voz, y por decadente que suene hasta por un afamado “pack” (que muchos de ustedes conocen pillines).
FAP TIME


Sin tener duda al respecto tengo la certeza de que millones de adolescentes se vuelven “Adonis” del Whatsapp con testamentos de amor y capacidades que dicen tener, sin contar esas innumerables muestras de amor hechas por un link de Youtube dedicando una canción; todas y cada una  de ellas se disipan cuando llega tan anhelado momento. Simplemente comienza el instante de volverse estúpido y estático.

Y eso es solo por citar un ejemplo de cómo la tecnología ha afectado nuestras relaciones interpersonales, la verdad es que a diario el monstruo tecnológico ha cambiado al mundo como lo conocíamos hace 25 años. Cada vez estamos más conectados a la red, y actualmente si no tienes aunque sea un perfil en cualquier red social, simplemente no existes dentro de la sociedad actual.

VATICANO, EVOLUCIÓN DE REDES SOCIALES Y TECNOLOGÍA. FOTO DE GOOGLE MOTIVATE.

¿Cómo afecta?

Muy fácil de responder, en todos lados y en la mayoría de las clases sociales la tecnología coloca su huella de cualquier manera posible. Vas a un cumpleaños y ves a las personas tomándose fotos para postearlas en Instagram o Facebook (o cualquier red que quieran, hasta snapchat con su mítico filtro de perrito ¡IUGH!). Quieres ver una noticia que ha revoloteado el planeta, te diriges rápidamente a Twitter a ver qué sucede. Hasta terminas googleando ese dolor de espalda que tienes para saber cómo tratarlo (Aunque google te termine diciendo que tienes gonorrea, sida y un embarazo psicológico).

Y eso es solo con la llegada de Internet, por supuesto que grandes avances de la ciencia y gracias a la tecnología nuestra sociedad ha logrado maravillosos avances, hay “avances” que nos han hecho tan dependientes (estúpidos) que no nos concebimos sin alguno de ellos.

Seamos honestos, con el boom de internet, abandonamos los libros para investigar, podrías poner a cualquier chico de entre 11 y 15 años a buscar una palabra en el diccionario y tardarían más del promedio. Están a una habitación de distancia y prefieren textearle a mamá que tienen hambre en vez de ir directamente hacia ella. Incluso es sencillo pasar horas y horas navegando en Internet con un ocio tan malsano, que ni tenemos idea del tiempo que desperdiciamos (Si, culpo a los videos de caídas graciosas de Youtube, por ustedes no dormí por años).



¡Hasta un síndrome de abstinencia hemos creado! ¿Acaso no has sentido esa ansiedad al estar mucho tiempo sin estar cerca de tu teléfono celular? No importa si tienes notificaciones o no, simplemente necesitas estar cerca de él y verificar quién le ha dado like a tu última foto.  Pues bien mis amigos, tienen nombre y se llama Nomofobia, y causa tanto daño como una droga convencional (¿y pensabas que estabas a salvo no?).





El GPS, el microondas, el dinero electrónico y otros avances significaron grandes avances que supusieron la facilidad de convivir en una sociedad que cada vez incrementa. Nada que decir a inventos que ciertamente nos facilitan la vida. Pero hay otros tantos que más que hacer las cosas más sencillas, nos hace ver un poco menos “ilustrados” (ESTÚPIDOS, esa es la palabra, ¡por culpa de los palos de selfie los extraterrestres no nos visitaron!).

¿Por qué caminar si puedo usar una moto eléctrica?
Nuevos empleos han surgido

Si bien soy alguien que está a favor de la economía naranja (movimiento naranja, movimiento ciudadano, nanana oh, esperen debo seguir), aquella que genera ingresos de maneras no convencionales, (como música arte, entre otros) han aparecido otras que han creado una serie de fallos en nuestra sociedad.

Una de esas nuevas profesiones deseadas son los “Youtubers”, y no me malinterpreten, soy alguien que consume mucho del material audiovisual que grandes personajes dentro de la plataforma generan y apoyo incondicionalmente porque son parte del entretenimiento de la nueva era.  Pero hay algo que me saca de mis cabales, y es esa generación de jóvenes que no se plantean una meta clara en la vida, y deliran e intentan imitar a sus “ídolos” queriendo tener un espacio igual, sin pensar en las consecuencias y el esfuerzo que eso implica.

Está bien querer innovar con nuevo contenido, darte a conocer por las redes y aportar entrenamiento o soluciones a la comunidad virtual, pero querer hacerlo sólo por ser la moda del momento y no brindarle el esfuerzo que amerita,  crea dos grandes problemas: Una persona sin una metra clara, y un insulto a aquello que hacen de esos espacios virtuales, su sustento para vivir dignamente (niños rata, estudien primero antes de querer ser como El Rubius o como Jordi ENP, ¡Por favor!).





Viraliza un contenido, y conviértelo en el cáncer de las redes sociales. 

¿Cómo llegamos a esto?

La viralización de contenidos sin duda en muchos aspectos saca lo peor de nosotros mismos, es que le sacamos todo el jugo a un contenido que puede resultar divertido o alarmante en su momento, pero lo explotamos tanto que resulta vomitivo y cansino, terminando en el umbral del odio (despacito, eso es contigo).



Una vez que un contenido se viraliza, lo encontraras en las profundidades más recónditas de tus redes sociales. Todos tus contactos lo comparten y así sienten ese alivio de haber sido parte del resto (hasta tu tía que sube fotos de piolín también se une).
MOVIMIENTO NARANJA, EL FUTURO ESTÁ EN TU MAAANOS

Los memes ya forman parte de la cultura popular y es fácil encontrarlos día a día, y son la piedra angular del bullying de la nueva era. Comete un error, ese error llega a internet, se viraliza, y prepárate para una oleada de memes salvajes.

Con ustedes, Samuel L. Jackson, ahhh cierto, es Steve Harvey.

Poner a prueba el intelecto colectivo: Las cadenas de internet

Por último algo que sin duda me irrita en demasía, y me irrita por el hecho de que a diario captura incautos y personas que no consiguen nada más que hacer en un navegador. Las cadenas de internet se convierten en  algo de lo más molesto en nuestra estadía en la red.

“Envía está cadena a 12 personas en 5 minutos y mañana recibirás una buena noticia”, esa frase que me trae tantos recuerdos me hace pensar en lo tontos que podemos ser por nuestro propio bienestar, aunque una foto del Facebook nos lo diga. (me visualice con mi yo estúpido de 12 años asustado enviando la cadena a 12 personas por Hotmail en 3 minutos, sino Lauren quien murió en una carretera de Arkansas y que no sabe mi dirección me visitaría y me mataría).


Hasta ahí todo más o menos decente, pero como todo tiene un extremo, aquí no es la excepción. Las cadenas de “like y Amén” son las que más me causan molestia, y no porque le desee algo negativo a quienes plasman en las imágenes, sino que me resulta aberrante que gente se valga de las vicisitudes ajenas, para lograr un poco de atención dentro de internet.

Lo que más llama la atención es que si uno abre cualquiera de esas imágenes, millones de likes, compartir y comentarios con el famoso Amén aparece, pero más que una ayuda, a mi parecer un morbo se fomenta y se viraliza, a cuestas de personas que en su mayoría, quizá tengan buenas intenciones. Todo eso sin contar por supuesto, que algunos crean imágenes afirmando que, si llegan a un número determinado de likes, la persona en cuestión recibirá algún tipo de donativo (patético).

Internet está entre nosotros, cada día nos conectamos más a él, y si bien es una herramienta importantísima actualmente, el mal uso del mismo conlleva a resultados negativos. Como todo en exceso es malo, mucho internet en forma negativa puede ser nocivo. Por supuesto que no pretendo ser la persona más adecuada para decir que puede o no ser visualizado, porque muchas veces cometo el error que tanto critico en este post, pero lo que vemos actualmente nos puede dar una idea de lo deteriorada que esta nuestra sociedad.

Y amigos, esto es sólo la punta del iceberg, porque mientras vivimos bajo el espejismo del internet, allá afuera suceden cosas muy malas, cosas que no nos dejarían dormir por lo abominable que resulta,  incluso en nuestras narices, pero mucho de lo negativo del mundo virtual hoy en día se debe también, a la indiferencia de las masas.

Tenemos grandes herramientas para explotarlas y fomentar a una mejor sociedad, pero resulta más sencillo refugiarnos en las mismas, y hacer como que nada pase.

Reflexionemos un poco, y quizá en un futuro, algo pueda ser un poco más distinto de lo que se torna ahora.


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